Hay días en los que preparas el ambiente, diseñas propuestas y tareas, imaginas resultados y nada sale como te esperas ... hoy ha sido un día de esos, a partir de una propuesta sencila ¡zas! la chispa del aprendizaje salta e incendia todo.
La idea era jugar con los animales pero, de repente, aquí mi tocayo ha pensado que molaba más hacer una colección de animales con pinchos, después hemos afinado a que fueran del mar, más tarde que también pudieran ser acuáticos para llegar a contar y recontar porque cada vez teníamos una colección más y más larga.
Todo este proceso, sin apenas intervención del adulto, descubriendo y reconstruyendo, autonomía y aprendizaje. Matemáticas, lenguaje oral, pensamiento creativo, cooperación, superación ... y un largo, largo etcétera antes los pasmados ojos del "adulto aprendiz".
Una vez abierta la senda de la idea, han surgido más colecciones de animales en la que se han implicado el resto de compañeros de la clase, cada uno con su particular proyecto clasificatorio, adaptándose a los animales que se iban quedando sin clasificar ... los que solo comen carne; los que viven en el momento, etc., etc.
El juego ha terminado no solo clasificando y contando, sino que hemos pasado a la fase de construcción de recintos para cada colección ... sino es por la hora del almuerzo, quizás, aún seguimos dale que te pego.
Maravillosa mañana sin duda.
;)
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