Llegan días en los que el corazón se nos encoge un poquito,
sabemos que la vida nos trae y nos lleva,
nos une y nos separa igual que la marea lleva y trae las olas hasta la playa ...
pero a pesar de saberlo
hoy sentimos un pellizco,
una sensación de vacio
que hace que se nos mueva el suelo ....
al pensar que mañana no estarás.
Nos hemos preparado para este momento,
pero ahora que llega ...
parece que nos falta el aíre y
una lágrima furtiva quiere escapar
de la carcel de nuestros ojos
para deslizarse por la mejilla
en busca del vértigo de la despedida.
Cómo decir adios
a tantos recuerdos,
a tantas emociones ...
qué bien lo hemos pasado,
cuánto hemos llorado,
cuánto hemos vivido ...
cuánta vida desparramada
en sueños y sonrisas.
Parece que el mundo
se vuelve un poco más gris,
la escuela se queda un poco más vacia,
son ya muchas las despedidas
y es que me cuesta mucho
dejarte ir, tanto,
como que sentimos que una parte de nosotros mismos
se va también.
Es pues momento de mirar atrás,
de volver a sonreir,
de recordar y volver a gozar ...
es tiempo de decir gracias, con todo el alma.
Te queremos ...
y ya hemos comenzado a echarte de menos.
Hasta siempre Elena ... mucha suerte en tu nueva travesía.
Un Hado Madrino ... tremendamente triste .... que sigue intentanto volar