- Reserva un tiempo al día para la lectura.
Como dispondremos de bastante tiempo
libre, es recomendable que reservemos un momento tranquilo al día para
leer, ya sea después de comer, en un banco al sol o antes de ir a la
cama. Lo importante no es el sitio ni la hora, si no que no suponga un
esfuerzo el dedicar ese tiempo a la lectura.
- Ten recursos variados para la lectura.
Para estimular la lectura es
conveniente tener abundante material, para que podamos elegir lo que más
nos apetezca en cada momento: periódicos, revistas, etc. Estos recursos
deben colocarse en lugares distintos: el salón, la cocina, la terraza…
para facilitar su acceso en cualquier situación.
- Los libros deben ganar la batalla al aburrimiento
Aunque durante estos meses suele haber
muchos planes, también hay días lluviosos o en los que debemos
permanecer en casa por cualquier cuestión. Para esos momentos, debemos
seleccionar los libros más motivadores, como los de manualidades,
recetas de cocina o incluso pasatiempos.
- Aprender palabras nuevas puede ser un juego.
Cuando descubramos una palabra nueva,
la podemos escribir en un mural de cartulina o con “imanes de letras” en
la nevera, y después buscar su significado y comentarlo. El aprendizaje
de nuevos términos se puede convertir en un juego si buscamos una forma
divertida de interiorizarlos.
- Practica la escritura.
Papel, lápices de colores, bolígrafos,
ceras… este material debe estar al alcance de nuestras manos. Escribir
una postal a los amigos, tener un diario, un cuaderno de recortes… nos
ayudará a practicar la escritura.
- Lee en voz alta.
No debemos tener reparo en leer en voz
alta, incluso practicando voces o actuando como personajes, ya que
estaremos mejorando nuestra destreza lectora. Escucharemos nuestra voz y
podremos mejorar nuestras entonaciones, pausas, etc.
Fuente: Web educativa del Ayuntamiento de La Coruña
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