Se nos va escapando
un año más
por las esquinas del calendario,
y aunque hace tiempo
que no cuento
los años,
sino los cursos,
no puedo dejar
de mirar atrás
ahora que el tiempo
se detiene,
y todo se convierte
en balance,
en ayer
y en mañana,
en estas horas tardias
en que el presente
se congela
para dejarnos un instante,
solo instante,
antes de volver
con su vorágine,
para que podamos
mirar hacía atrás
mirar hacía atrás
y volver a sonreir,
y volver a llorar,
que este año
que ahora marcha,
me dejó de ambas,
pero sobre todo ... ganas de vivir,
de compartir y descubrir,
al poder
reencontrar aquellos
que añoraba,
como os quiero,
lo sabéis,
sabéis quiénes sois
y cuanto os echaba en falta,
no hace falta que os nombre
porque nos recordamos ...
y sonreimos.
A los que me quisieron mal,
también, les echo de menos
porque, también, les quise
aunque no ellos a mi,
otros vendrán,
porque este año
vinó cargado
de buena nuevas
y
a otros encontré
que me han hecho
inmensamente feliz,
y
ya los añoró,
en este instante
en el que presente
nos dió una tregua
de su vorágine.
Ahora que todo acaba,
ahora que todo comienza,
ahora que nada se detiene,
recordad
que estamos vivos ...
que sentimos, que creamos,
que crecemos,
que no nos detendremos ...
aunque mal nos quieran,
aunque el viento
nos haga frente,
amaremos,
reiremos,
viviremos,
en ello
empeñamos
nuestra suerte
¡FELIZ AÑO!
¡FELIZ COMIENZO!